Les voy a compartir una de las historias que han revolucionado mi forma de pensar, acerca de cómo Jesús actúa. Siempre El va a buscar una oportunidad, cualquiera que sea para bendecirte. Cuando dice que a los que aman a Dios y conforme a su propósito han sido llamados, todas las cosas les ayudan a bien. El va a aprovechar cualquier acontecimiento para cambiar tu vida, para que subas a un nivel distinto de madurez, de liderazgo.
Marcos 6:7
Vamos a leer salteadito sólo para entender el contexto en que se vive esta historia. 7 Después llamó a los doce y los llamó de dos en dos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos… 12 Entonces, saliendo los muchachos predicaban que los hombres se arrepintiesen, ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban. Imagine usted el acelere que llevaban estos discípulos de Jesús. Ellos empezaban a predicar y brincaban los chamacos por todos lados, los enfermos sanaban, la gente se convertía. Luego, viene y sucede la historia en la cual toman preso al primo de Jesús; el rey Herodes, a pesar que lo apreciaba mucho, en una de la fiestas que tenían, después de unos tragos, se comprometió con la mujer que estaba en ese momento a cumplir lo que ella le pidiera. Y ella pide la cabeza de Juan el Bautista. Cuando se da cuenta de lo que le piden, se entristeció mucho a causa de esto, pero como había dado su palabra, no pudo hacerse para atrás. Le traen la cabeza y se la entrega a la muchacha. Cuando oyeron esto, los discípulos tomaron su cuerpo y lo pusieron en unsepulcro. Imagínense ustedes qué sentimiento se ha de haber dado en los discípulos en ese momento.
Esta era una enseñanza para los discípulos; después que predicaban, oraban, echaban fuera demonios, era los primeros ensayos que hacían, porque anteriormente lo hacía Jesús. Pero El les delega el poder y salen a hacer eso. Pero después, se desaniman con una noticia tan tremenda como que a aquél que había estado anunciando al Mesías, lo habían decapitado. Tomaron la cabeza de Juan el Bautista y lo fueron a enterrar. Dice la historia que se juntaron los apóstoles con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Los discípulos le estaban entregando cuentas a Jesús. Le contaron todo lo que había pasado. Jesús los llevó a un lugar desierto para descansar un poco. A pesar de lo que habían pasado, de lo que estaba sucediendo, seguían en actividad. Se fueron todos a un lugar desierto, apartado, pero muchos los vieron ir y los reconocieron. Fueron a pie y llegaron antes que ellos y se juntaron a pie. Salió , pues, Jesús y tuvo compasión de ellos. El vino a la tierra para que las mismas experiencias que pasamos nosotros hoy en día, Él las pasó también. ¿Qué reacción pudo haber tenido Jesús cuando recibió la noticia que a su primo había sido decapitado? ¿Cree que se entristeció? Se ha de haber entristecido mucho. Hay momentos en la vida que nos suceden situaciones complicadas, desgracias, y es ahí cuando apartamos el tiempo para llorar por eso. ¿No somos de carne y hueso pues? Tenemos sentimientos. Y El se apartó y se llevó a sus discípulos a un lugar desierto a llorar la situación que le estaba pasando.
Otro de los evangelios, dice que estaba expectante por algo que pudiera decirle a ellos. En ese momento, Jesús se entristeció al ver a la gente y a pesar de estar pasando por ese momento, por esa tristeza, El hizo esto: dejó a un lado el pesar y fue más grande el amor por la gente, que dejó eso a un lado. Cuando nos suceden situaciones complicadas, dice que hay que llorar con los que lloran. El problema es quedarse llorando todo el tiempo. Hay gente que dice: “A mí ni me busquen”. Otros dicen: “A mí se me murió mi mamá”. Pero tiene años de estar en eso y no recibe nada. El que se acerca a él lo único que recibe es tristeza, entonces nadie se le acerca. Imagínese un árbol que viene y lo chapea, le quitan las ramitas y le dicen: “Échenme un plástico encima y se olvidan de mí”. Ni se vuelven a acordar del palo ese. Esa es una forma de afrontar la situación por la que uno está pasando. Pero el árbol puede decir: “¡Qué oportunidad la que me dieron. Esas ramitas ya estaban viejas y no me permitían disfrutar como yo quería. Ahora es la oportunidad de dar”. Y comienza a llenarse de ramitas, de frutos. Y el árbol vuelve. ¿Qué pasó con la chapeada? ¿Sirvió para hacerlo más fuerte y mejor? ¿Pero qué tuvo que ver ahí? La actitud frente a la situación que se dio y en este caso, lo que Jesús les estaba enseñando es la actitud de un discípulo ante la situación en la vida. Si Dios está con nosotros, quién está contra nosotros. Vino, lloró y luego siguió adelante. Dijo: “En el mundo tendrán aflicción, mas confiad, yo he vencido al mundo”. Dios siempre torna las cosas negativas en positivas si tu actitud es la mejor. Mi actitud es amar y bendecir a la gente. Si de alguna manera has pasado por una situación complicada, la mejor manera de salir es dejar de pensar en tu situación y pensar en la de los demás. Hay muchas excusas.