1.
Además el
poder asombroso que Él sigue ejerciendo sobre los elementos de la creación y
sobre los seres humanos es causa para temer a Dios. Vea Éxodo 20:18-20 “18 Todo el
pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el
monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.19 Y
dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios
con nosotros, para que no muramos.20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis;
porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros,
para que no pequéis”. Y en Jonás
1:16 “Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron
sacrificio a Jehová, e hicieron votos”. Eclesiastés 3:14 “He entendido que todo lo que Dios hace será
perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace
Dios, para que delante de él teman los hombres”. Y en Marcos 4:39-41 “Y levantándose, reprendió al viento, y dijo
al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.40 Y les
dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces
temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el
viento y el mar le obedecen?”
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