En los instantes que
preceden el arrebatamiento, cuando Cristo este descendiendo del cielo por su
iglesia, ocurrirá la resurrección de “los muertos en Cristo” (1 Tesalonicenses 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero.). Esa no es la misma resurrección descrita en Apocalipsis 20:4 (Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de
juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y
por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años.),
que sucede después que Cristo vuelve a la tierra, destruye a los malvados y ata
a Satanás (Apocalipsis 19:11- 20:3 El jinete del
caballo blanco 11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y
pelea. 12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas
diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. 13
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le
seguían en caballos blancos. 15 De su boca sale una espada aguda, para herir
con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar
del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16 Y en su vestidura y en
su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. 17 Y vi a
un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las
aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
18 para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes
de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y
grandes. 19 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,
reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.
20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho
delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron
la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados
vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 21 Y los demás
fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y
todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. Los mil años 20 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la
llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la
serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo
arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase
más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe
ser desatado por un poco de tiempo. ). La resurrección en Apocalipsis 20:4 (Y vi
tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi
las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra
de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con
Cristo mil años.) se refiere a
los mártires de la tribulación y posiblemente a los santos del Antiguo
Testamento (véase Apocalipsis 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en
la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino
que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.).
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