• El ayuno y la oración.
El ayuno crea gran sensibilidad en nuestro espíritu para oír la voz de Dios.• El orar abundantemente en el espíritu.
Cuando oramos en lenguas, nuestro espíritu se edifica y se desarrolla. Procure orar una hora en lenguas o en el espíritu todos los días, y después de cierto tiempo, algo le sucederá a su espíritu; se volverá sensible a la voz del Señor.• Meditar en la palabra de Dios.
El meditar la Palabra crea sensibilidad a la voz de Dios. Tome un versículo de la Biblia diariamente y medítelo, háblelo, susúrrelo para sí mismo y empezará a ver resultados.El poder discernir las tres voces viene como resultado del cumplimiento de dos condiciones:
Madurez espiritual.
Una señal de madurez espiritual se da cuando el creyente es guiado por el Espíritu Santo. El creyente maduro ha llegado a conocer con claridad la voz de Dios."14Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios". Romanos 8. 14
El uso.
Cuando continuamente estamos utilizando los sentidos para oír al Señor, logramos discernir la voz de Dios. Cualquier don espiritual es desarrollado cuando lo usamos o lo practicamos a menudo.E1 alimento sólido es para los que han alcanzado madures para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal". Hebreos 5. 14
Cuando nos ejercitamos continuamente en oír la voz de Dios, vamos creciendo, nos familiarizamos con su voz y podemos decir como Jesús dijo en Juan 10.27: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Escuchar la voz de Dios, es un ejercicio que debemos practicar de continuo para poder desarrollar la capacidad de discernir su voz de las otras voces. El hombre fue creado para oír la voz de Dios, y por esta razón, debería ser fácil para los creyentes oír su voz a menudo.