En un mundo de tinieblas y oscuridad, tenemos que aprender a conocer y a discernir las tres diferentes voces, y a tomar decisiones correctas basadas en la voz de Dios, únicamente.
1. La voz de nuestro espíritu.
Esta voz es la que en la Biblia se denomina como la conciencia. Es parte de nuestro espíritu y, además, nos enseña a discernir entre el bien y el mal.
"'Por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios ante los hombres". Hechos 24.16
2. La voz del diablo.
Así como Dios habla a su pueblo, también el enemigo habla; y trata de imitar la voz de Dios, con el propósito de engañarnos. He visto muchos creyentes engaña-dos por el enemigo porque nunca han aprendido a discernir las tres diferentes voces.
3. La voz de Dios.
El Señor nos puede hablar de diferentes maneras, y una de ellas es por medio de su Espíritu Santo. La mayoría de las veces, cuando el Espíritu Santo nos habla directamente, es porque Dios quiere comunicarnos algo demasiado importante, ya sea de vida o muerte, un llamado ministerial o cualquier otra cosa de gran revelación para el Reino.